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29 abr 2009

Nomadismo, sociedad y cultura contemporánea


Nomadismo, sociedad y cultura contemporánea
El Seminario de Sociedad y Cultura Contemporáneas (SEMSOCU) de la UEMC ha acogido a lo largo del día de hoy una jornada titulada 'El nomadismo en la sociedad y en la cultura contemporánea', en la que una docena de profesores de la Universidad Europea Miguel de Cervantes han dado su visión acerca del tema propuesto.

Bajo la coordinación de Cristina Gómez Cuesta, los ponentes han analizado el nomadismo desde el punto de vista más cercano a su especialización profesional. Así, Félix Tomillo Noguero, Investigador y experto en Turismo, ha tratado en torno a 'El Simbolismo de Caín y Abel y otros discursos antiguos. Marcelino Castillo Nechar, del Centro de Investigación y Estudios Turísticos de la Universidad Autónoma del Estado de México, ha hablado sobre 'Nomadismo, ocio y turismo: un gradiente conceptual. Por su parte, Francisco José García Gómez, Profesor de Patrimonio Cultural de la UEMC, lo ha hecho sobre 'El nomadismo del asueto: las nuevas hordas turísticas'.

La segunda mesa ha corrido a cargo de Francisco J. Palacios Burgos, Director Escuela Politécnica Superior de la UEMC, con la charla 'Claves para entender el nuevo nomadismo digital', de José Francisco Sanz Requena, Profesor del Departamento de Recursos Naturales de la UEMC, con 'Nomadismo, energía y cambio climático' como tema, y de Mª Elena Romero Merino y Macarena Gonzalo Alonso, Profesoras del Departamento de Economía de la UEMC, con la ponencia 'Las empresas ante una economía global: multinacionales o nómadas'.

Por la tarde, Miguel Ángel Quintana Paz, Profesor de Ética y Deontología de la UEMC, habló sobre 'Nómadas urbanos, nómadas de la identidad', Mª Isabel Mansilla Blanco, Profesora del Departamento de Idiomas de la UEMC, hizo lo propio con 'Nómadas del lenguaje: el largo viaje hacia el significado', y José Antonio Otero Parra, Profesor de Comunicación Audiovisual de la UEMC, con 'Nomadismo y medios de comunicación'.

Por último, Estefanía Jerónimo Sánchez-Beato, Profesora del Departamento de Derecho de la UEMC departió en torno a 'Globalización versus universalización de los derechos humanos', mientras Cristina Gómez Cuesta, Profesora de Relaciones Internacionales de la UEMC impartió una charla sobre 'Nómadas en conflicto: viejas y nuevas guerras', y José Mª Herranz de la Casa, Profesor del Departamento de Comunicación de la UEMC, habló sobre 'Los rasgos nómadas de las organizaciones sociales'.

Una visión nómada

Parece que la tendencia antropológica que tienen los seres humanos de salirse de sí mismos, de trascender, para constituirse, para plenificarse y para completar sus carencias se proyecta social y políticamente en la historia si contemplamos la génesis y el desarrollo de las diferentes civilizaciones tan marcadas por la movilidad de los individuos y de los grupos y por los consiguientes asentamientos.

La tensión nómada-sedentario resulta ser una de las constantes de la humanidad que explican de manera plural el dinamismo de las sociedades y de las culturas.

Pasando muy rápido por el asunto se podría decir que el tiempo de asentamiento sedentario implica confianza, seguridad y certidumbre ante la estabilidad de algunos principios organizativos, ideológicos y de convivencia, si bien el esclerosamiento de ello deriva en ocasiones en intolerancias, etnocentrismos y dogmatismos culturales.

Del mismo modo hay que decir que del nómada siempre se ha desconfiado. El nomadismo trae consigo los cambios, las transformaciones, y con ello la inseguridad; teniendo en cuenta que, al mismo tiempo, acarrea la posibilidad de progresar y una concepción abierta y divergente de concebir el mundo y a los demás.

Nuestra época, si nos atenemos a una observación empírica y también simbólica, es una época frenética, atravesada por los flujos y los dinamismos socioculturales en casi todos los órdenes. Esto es lo que hace que estemos hablando de una época atravesada por un nuevo modelo de nomadismo aún por definir.

Los flujos de capitales, la disposición urbanística de los espacios facilitando el tránsito constante, la aceleración de todos los procesos, el turismo, los riesgos climáticos de migraciones, de tensiones internacionales, la globalización cultural y lingüística, la proliferación comercial de no lugares'En todas estas órbitas, de las cuales los diferentes ponentes nos ofrecerán sus correspondientes puntos de vista, parece que se está anunciando, de manera radical y abiertamente, casi como una marca postmoderna, el carácter nómada de la época. Ahora bien, si todo esto es cierto y si la incertidumbre y el riesgo en la que nos encontramos inmersos parecen cada vez más evidentes creo que sería verdaderamente oportuno definir la peculiaridad de este nuevo tipo de nomadismo, tal y como intentará esta jornada, ya que nos asaltan críticamente algunas dudas.

Hablando de la oposición nómadas-sedentarios en el siglo XXI Paul Virilio nos dice: 'Pero cuidado: sedentarios no son los que se quedan quietos en sus casas, sino los que se sienten en sus casas en cualquier lado, 'conectados' con sus teléfonos celulares. Ellos están 'conectados?'

¿Son entonces nómadas los que se encuentran permanentemente conectados' No son nómadas los que no tienen espacio vital aunque permanecen siempre en el mismo sitio'

Aunque nos afirmemos en nuestro destino de caminantes perpetuos, y precisamente por afirmarlo con contundencia, quizás sea necesario ir algo más allá de una cierta trivialización de corte intelectual y mediático; ir más allá de la inercia actual que inventa marcas mediáticas y propagandísticas para intentar cumplir, siempre de manera interesada, con el ritual del descriptivismo y su correspondiente juego de espectáculos. Ciertamente existe mucho movimiento en el marco de una ontología cultural de los flujos, sin embargo, los flujos económicos, turísticos, migratorios, etc..y sus consecuencias mediáticas, jurídicas, éticas, etc no sin sino una consecuencia de ciertas imposiciones de lo sedentario.

El nuevo nomadismo puede ayudarnos a entender lo que significa transitar, nos puede ayudar simultáneamente a enmarcar la reclamación contemporánea del cuerpo y lo matérico en todos los órdenes, quizás también pueda ofrecer nuevas claves de comprensión ética, pero sin duda ha de ayudarnos a desentrañar las consecuencias sutiles y explícitas de la exclusión vinculada a la inercia de la aceleración, a las brechas tecnológicas y a los que se proclaman propietarios de la velocidad; nos tiene que ayudar a desentrañar las peculiaridades de esa exclusión y los matices de lo que signifique finalmente 'estar conectados'.