El presidente de la Diputación Provincial de Valladolid, Jesús Julio Carnero, entregó este reconocimiento a unos emocionados Benjamín y Manolo aludiendo a la esencia: “la pasión de una gran familia”
l vino da felicidad. Esta felicidad se dejó sentir hoy entre los intervinientes, pero también entre el público. Desde el principio hasta el final de cada una de las ponencias, y multiplicado exponencialmente con la clausura y la entrega del ‘Premio Fundación UEMC a toda una vida dedicada al vino’ que recogieron los hermanos Pérez Pascuas. Con ellos se palpó este sentimiento.
Un galardón más que merecido a los ampliamente premiados este año, Manolo, Benjamín y Adolfo (éste de vacaciones). Tres personas cercanas, amigables, paisanos del vino que desde Pedrosa han logrado que su obra haya transcendido y que en torno a ellos exista un consenso general acerca de sus méritos. Algo que no es tan fácil en el mundo del vino. Y es que mucha gente ha pasado por su bodega y todos, todos, salen como sus amigos.
Y el mayor de ellos, Benjamín, quiso aludir con sus palabras a sus comienzos en 1980: “38 años de historia de ilusión, trabajando por la calidad, por hacer un vino honesto con personalidad única que hemos impulsado a todos los lugares del mundo, desde la humildad y una alegría inmensa”, con palabras como estas el premiado dio las gracias a todos.
Y este vino que da la felicidad, el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, matizó que además “nos hace mejores personas”. Los hermanos Pérez Pascuas recogieron así el testigo de los dos anteriores premiados: Mariano García y Pablo Álvarez en un Museo Provincial del Vino de Peñafiel, que acogió de esta forma la última de las tres jornadas de esta séptima edición del curso del vino que organiza la Fundación de la Universidad Europea Miguel de Cervantes y cuyo alma mater es Luis Barcenilla.
La primera de las ponencias de la última jornada del Curso “El vino y la cocina” se desarrolló con la charla “Sumilleres, maitres, la revolución de la bandeja”, a cargo de Pablo Martín, Presidente de la Unión de Asociaciones de Sumilleres de España, presentado por Florencio Carrera, Director General de Castilla y León esRadio, quien no dudó en presentar a Pablo Martín como “el Cristiano Ronaldo de los sumilleres”.
Defensor y heredero de todos aquellos pioneros de la hostelería vieja “cuando se hacía todo en la sala delante del cliente”, Martín defendió la importancia del trabajo de los maitres para que el “cliente disfrute gastronómicamente”, a la vez que explicó cómo se inició de su mano la formación y los cursos en este sector en Castilla y León con cerca de 300 profesionales. Una formación que debe continuar hoy día y en la que son muy importantes, además de otras muchas cosas, los idiomas, en perfecto maridaje. “Un sumiller debe ser honesto, humilde, profesional, atento, discreto, no contradecir al cliente…”, declaró, a la vez que afirmó que “hay demanda actual de sumilleres y esta figura es rentable para una empresa”.
En la segunda de las intervenciones le llegó el turno a los vinos con firma y alma de mujer con la presencia de Inés Muñoz, Bodega Hiriart, Ángela Lorenzo, de Bodega Félix Lorenzo Cachazo, Isabel Turrado, de Bodegas Vizar, y Almudena Alberca, de Bodega Viña Mayor, moderadas por Nieves Caballero, coordinadora de Vinos y Gastronomía en El Norte de Castilla y una de las asesoras de este curso.
Todas ellas concluyeron en que cada vez la mujer y su especial “sensibilidad, polivalencia o perseverancia” está más presente en este sector “desde los últimos cinco u ocho años”, aunque en niveles de dirección y gestión sigue habiendo más presencia masculina. Y también, por supuesto, ha aumentado su preponderancia en el consumo, “aunque estoy en contra de los vinos de mujer”, como señalaron tanto Inés Muñoz como Ángela Lorenzo.
Como viene siendo tradicional en este curso, la mesa redonda final corrió a cargo de los presidentes de los Consejos Reguladores: Misericordia Bello (D.O. Bierzo), Carmen San Martín (D.O. Rueda), Julio Valles (D.O. Cigales), Felipe Nalda (D.O Toro), Miguel Ángel Rojo (D.O. Arlanza), Rafael Blanco (D.O. Tierra de León) y Enrique Pascual (D.O. Ribera de Duero), moderados por el periodista Javier Pérez Andrés, quien comenzó rompiendo una lanza a favor de ellas: “Las Denominaciones de Origen han sido el mejor invento que ha tenido este país en relación con la viticultura en los últimos 50 años, a ellas les debemos lo que hoy tenemos”.
Todos los presidentes avanzaron el estado actual, tomando el pulso de cada denominación, desde la más pequeña en cuanto a producción, Arlanza, hasta la Ribera del Duero, y dejando poso sobre la competencia, los mercados, el marketing, la zonificación y su problemática, las ayudas de las administraciones y hasta las lluvias y tormentas que hacen mirar al cielo para sacar adelante el producto. La salud de todas ellas es bastante buena, “aunque hay aún camino por recorrer”.
Durante tres días, la UEMC y el Museo Provincial del Vino (Peñafiel) se han transformado en escaparate y estudio de la enología. Más de 50 especialistas relacionados con el sector del vino, la hostelería, críticos, enólogos, bodegueros ilustres, y periodistas han transitado por esta Universidad que apuesta desde la ciencia por este sector con su innovador Grado en Tecnología e Innovación Alimentaria cuya matrícula está abierta. Tras las ponencias de cada día tuvo lugar una nueva armonización de vinos y Alimentos de Valladolid.
Tercera edición del galardón
El Premio Fundación UEMC por toda una vida dedicada al mundo del vino es un galardón creado con motivo de los Cursos monográficos sobre el mundo del vino. El Premio ha recaído en esta tercera edición en una familia que se embarcó en 1980 en la aventura de fundar su propia bodega, con el fin de poner en pie un ambicioso proyecto familiar cuya motivación es la elaboración de vinos de gran calidad.
Así lo han considerado representantes de los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen, periodistas especializados en este sector y miembros de la Fundación y de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) de Valladolid, tras premiar en pasadas ediciones al enólogo Mariano García o al Consejero Delegado de Vega Sicilia, Pablo Álvarez.
El premio trata de reconocer a las grandes personalidades impulsoras del vino en Castilla y León. Hombres o mujeres que con su trabajo e investigaciones han posicionado a la vinicultura castellano y leonesa entre las mejores del mundo. Este reconocimiento institucionalizado por la Fundación UEMC quiere poner en valor la trayectoria de personas que han consagrado su vida al vino. Que, como en el caso de Benjamín, Manuel y Adolfo Pérez Pascuas, han revolucionado y hecho grande el vino de esta región.
La historia de Bodegas Hnos. Pérez Pascuas empieza con Mauro Pérez y las tierras que él trabajó y amó durante toda su vida. Hombre laborioso y de inteligencia innata, supo transmitir a sus hijos el respeto a la tierra y el gusto por el trabajo bien hecho. Los viñedos que él dejó a su familia son la base de la actual bodega situada en la localidad burgalesa de Pedrosa de Duero.
En el año 1980, los hermanos, Benjamín, Manuel y Adolfo Pérez Pascuas, convencidos de las inmejorables posibilidades del viñedo familiar, fundan Bodegas Hnos. Pérez Pascuas. Se trata de una bodega pionera en la D.O. Ribera del Duero de carácter familiar que desde sus orígenes apostó por la elaboración de “Grandes Vinos”.
El viñedo de la familia Pérez Pascuas está compuesto por 135 Has. donde la variedad de uva local, la “Tinta del País” representa el 90% de la plantación y un 10% corresponde a la variedad “Cabernet Sauvignon”.
Gracias a las excelentes características y extensión del viñedo familiar, es una de las pocas bodegas en la D.O. Ribera del Duero que logra autoabastecerse, garantizando de esta forma, un estricto control de calidad en las 500.000 botellas que se elaboran anualmente.
Hoy, “Cepa Gavilán”, “Finca La Navilla”, “Viña Pedrosa” y “Pérez Pascuas – Gran Selección” son exportados a más de 38 países que concentran el 43% del volumen de producción anual. Bodegas Hnos. Pérez Pascuas es el ejemplo de una bodega seria, bien consolidada, que siempre se ha distinguido por mantener en sus vinos una irreprochable regularidad en su elaboración cosecha tras cosecha y en la que trabajan dos generaciones codo con codo.
Sector clave en la región
Castilla y León es la cuna de muchos de los mejores vinos del mundo, pues esta tierra goza de unas características únicas para la producción de uva. Nuestro sector vitivinícola cuenta con 75.000 hectáreas de viñedo, 650 bodegas, genera más de 19.000 empleos y tiene un volumen de negocio de más de 850 millones de euros. La apuesta por la calidad que desarrollan sus productores se traduce en las 14 figuras de calidad, 13 de ellas Denominaciones de Origen Protegida, que alcanzan las 50.000 hectáreas y el 86% de la producción está dentro de esas figuras de calidad.
En los últimos años se ha producido un crecimiento de las ventas, tanto en el mercado nacional, donde uno de cada 4 vinos de calidad que se venden en España tienen su origen en Castilla y León, como en el internacional, donde se han exportado 36 millones de litros por valor de 216 millones de euros. La región es, además, la segunda región de España en cuota de mercado. Uno de los grandes nutrientes de la economía regional está en la agroalimentación y dentro de ella el sector más dinámico es el vino.
El curso, dirigido por el presidente de la Fundación UEMC Luis Barcenilla y organizado en colaboración con El Norte de Castilla, ha contado con el apoyo de la Diputación de Valladolid, de la Sociedad Provincial de Desarrollo de Valladolid, de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Valladolid y de los Consejos Reguladores de la Denominaciones de Origen Cigales, Toro, Ribera de Duero, Rueda y Bierzo.