Evaluación de las autolesiones, conducta y riesgo suicida en adolescentes

La OMS considera que la prevención del suicidio tiene que ser una prioridad multisectorial que incluya el sector sanitario y aquellos otros entornos que trabajan con las poblaciones de mayor riesgo, como son en el caso de la adolescencia el sistema educativo, de servicios sociales y de justicia. La conducta suicida se ha convertido en un importante problema de salud pública en los adolescentes y adultos jóvenes (15-29 años). En esta franja de edad el suicidio constituye la segunda causa de muerte en España, después de los tumores (OMS, 2019). Las autolesiones en la adolescencia, que son un importante predictor del suicidio, suponen un importante problema clínico y social a nivel mundial, también a nivel nacional. Las autolesiones se han convertido en un importante problema de salud pública en la adolescencia (Ministerio de Sanidad 2022) y de la conducta suicida (ideación suicida y/ intentos de suicidio) en la infancia y la adolescencia (Ministerio de Sanidad 2022), constituyéndose una prioridad y un problema social. Los datos de intervenciones adecuadas ponen de manifiesto que el suicidio puede prevenirse, por lo que es fundamental la detección precoz del problema, mediante la identificación de los factores de riesgo y protección de la conducta suicida, la derivación temprana al sistema sanitario, contención y creación de un clima de seguridad ante un posible intento autolítico.

Por tanto, es necesario un abordaje multidisciplinar dirigido a reducir los factores de riesgo, potenciar los factores de protección; favorecer la sensibilización ante posibles casos y evitar la estigmatización.